Último día del año, hoy es un viernes caluroso pero con un vinito blanco se lleva mejor y me siento a escribir la cuarta entrega de este newsletter que arrancó con la idea de hacerlo mensual y claramente no pude sostenerlo y viró a algo estacional. No sólo no tuve el tiempo para dedicarle, sino que me fuí dando cuenta de que no tenía mucho para decir, qué se yo, preferí no mandar nada cuando no tenía mucho sentido para mí. Como que en el mundo ya hay mucho ruido para seguir agregando.
Diciembre arrancó muy intenso, pero ya estoy más relajada porque terminé todas las piezas que quería hacer para este año, las subí a la tienda, y muchxs ya estuvieron comprando (sobre todo chanchis que se agotaron!), así que para mí este fin de año ya es un éxito. Gracias gigantes por decidir usar vuestro dinero ganado con mucho esfuerzo y en este momento del país, en piezas hechas con mis manitos. Todavía me cuesta creerlo pero me dejo llevar y no lo pienso tanto y me alegro y lo disfruto :)
HACER
Durante estos últimos meses estuve muy metida en el taller pensando cómo hacer las piezas para la tienda de diciembre con la limitación de no comprar nuevos materiales, sino usando los que tenía. Un poco porque no quiero ser una señora con un hobby caro, y otro poco porque aprovechando todo lo que tengo me fuerzo a buscar soluciones cuando se presentan obstáculos.
Todas las piezas de esta tanda tuvieron su desafío, por ejemplo, de los cuencos para lana varios salieron mal porque la “aleta”que queda suelta se doblaba en la horneada de esmalte y no le encontraba la vuelta. Fueron pocos lo que sobrevivieron y quedaron lindos, y esos fueron a la tienda.
Otro desafío fue hacer los vasitos, porque quería hacerlos todos iguales (dentro de lo que trabajar en el torno alfarero lo permite), así que pesando cada pella y usando un calibre, logré una uniformidad no uniforme que me encanta como quedó, de hecho, para mí los vasitos son las estrellas de esta actualización junto con los chanchos. Y hablando de los chanchos, ellos también fueron un desafío porque al principio pensaba hacerles las patas de cerámica pero después se nos ocurrió con @todo.normal hacerlas de madera porque la combinación de materiales sumaba mucho al producto final. Así que hice pruebas con patas de cerámica, en chancho mini y en chancho más grande, con agujeritos para patas de madera independientes, y sin agujeritos para poner las patas tal como salieron finalmente a la luz. También fue difícil decidir cómo pasar el alambre del que cuelga el espiral, y si les colocaba o no un sujetador para poder trasladarlo colgando. Te imaginarás el tiempo que llevó hacer todas esas pruebas y cambios, porque una cosa es ver las piezas recién hechas, y otra es verlas luego de dos horneadas: hay cambios en los colores, los tamaños y aparecen imprevistos como pasó con las bocas de esos chanchis que se deformaron un poco pero que después de enojarme y buscar la causa, decidí que eran dignos de ir a la tienda de todos modos.
Todo esto que cuento acá es parte del hacer, del día a día en el taller, donde en general las cosas salen mal, te frustras y aprendes todo el tiempo para ir mejorando. Y cuando crees que mejoraste, paf!, aparece algún otro obstáculo. Cuando las piezas salen lindas vale todo ese esfuerzo, pero nunca llega a compensar las micro alegrías que voy teniendo durante el proceso. Como la vida misma, no? El camino, al menos en mi caso, me dá más felicidad que la meta, porque es en el camino donde voy estirando mis límites y me voy conociendo. Las piezas terminadas me dan orgullo (un rato) si salieron bien, pero las que no salieron bien me dan la necesidad de seguir adelante, y qué más que eso estoy buscando en todo este lío?
PENSAR
No pasa un día en el que no piense y reflexione sobre el hacer. Es algo que me nace naturalmente, quizás por eso elegí como especialidad la psiquiatría, o quizás ser psiquiatra hace que mire las cosas de otro modo, pero realmente disfruto mucho esos momentos de observación y de hacerme preguntas mientras voy haciendo. Y por suerte tengo personas alrededor que me fuerzan a ver las cosas desde otros puntos de vista y me suman un montón en ese barullo que a veces me hago. El cotidiano en el taller a veces es solitario y suelo enroscarme en mis ideas, pero poder conversar con amigxs sobre lo que significa un oficio, las dificultades prácticas que se presentan, los deseos, las posibilidades, el valor del tiempo y lo imposible que es acelerar procesos, la necesidad constante de probar y experimentar para entender lo que hacemos, en fin, me quedo corta pero debe haber mil temas más. Tengo mucha suerte de poder contar con un espacio físico y mental para todo esto, y en algún punto -atención, va a sonar raro pero tiene sentido- lo siento como cuando aprendí a bucear y no podía creer que existiera un mundo submarino tan maravilloso del que no tenía absoluto registro, y también lo siento como cuando empecé análisis y me metí profundo a descubrir capas de mi existir que desconocía. Creo que me fuí un poco de tema pero lo que quiero decir es que hacer piezas de cerámica no es sólo hacer piezas de cerámica, y es hermoso que así sea.
DESCANSAR
Y después de toda esta fritura cerebral que te tiré, me retiro a mis aposentos. Llegó el verano, mañana arranca un nuevo año (coví rajá y no vuelvas más!) y yo voy a intentar borrarme un poco de instagram para darme lugar a probar cosas sin tener ese estímulo constante que entendí que no me ayuda a pensar cosas nuevas. Y sí, también le voy a dar lugar a unas merecidas vacaciones en algún momento de estos meses para refrescar no sólo el cuerpo en el agua, sino el cerebrito y las ganas para más proyectos en 2022.
Que arranques un lindo año, que disfrutes y cuides tu cuerpo, tus amores, tus cosas, que valores lo que hagas y tengas, y que le des un poco más de bola al camino que creo que es la que va.
#thewayisthejourney
Gracias por llegar hasta acá y por acompañar durante todo el año :)
Un abrazo! XOXO!
Gaby.
SOBRE KOSOS
KOSOS es la identidad que le dí a este proyecto para explorar el oficio cerámico, un espacio propio donde me permito disfrutar, jugar, probar, equivocarme y siempre aprender.
La idea de este newsletter mensual (que puede mutar a quincenal si me entusiasmo, o trimestral si sigo así) es pensar y reflexionar sobre el hacer cerámico a través de mi propio proceso de aprendizaje.
Gracias por suscribirte, y si no lo hiciste, lo podes hacer acá:
PD. Mientras esperás el príximo envío, podés seguirme en @kosos.ceramica para ver lo que hago día a día, y en kososceramica.com donde están mis piezas en venta.
PD2. Si crees que a alguien le puede interesar leer esto: